Mi historia, y probablemente la de muchas personas
Abriendo compuertas...
Después de una relación tormentosa con miles de idas y venidas durante casi nueve años, mi pareja me deja de la noche a la mañana después de haberme propuesto planes de futuro por primera vez. Es lo que yo llamo una huida hacia adelante.
Nueve semanas y media después, llenas de fiestas, borracheras, y multitud de celebraciones de la soltería, descubro que estoy embarazada. Evidentemente no por inspiración divina, sino por el olfato de sabueso de mi querida madre que bien podría trabajar de perro guardián en la casa blanca. Ella podría descubrir hasta quién no se ha cambiado los calcetines con sólo olfatearlo.
Sé que estarás pensando que soy estúpida porque nueve semanas y media... en fin, ¿es obvio no?. Pues no amiga. Padezco de alteraciones en la menstruación lo que hacía que durante los meses de calor por ejemplo a penas tuviese regla. Total, que ahí estaba yo un sábado por la noche con cara de pan mirando el puñetero predicto como si de un fantasma se tratase.
El padre biológico no ha sido de los normales, más bien es, y sigue siendo a día de hoy mi peor pesadilla, pero no entraré en detalles para no quitaros el sueño.
Pasé mi embarazo estudiando y trabajando. Soportando comentarios de todo tipo y opiniones de los que se creian los más sabios del mundo.
No finalicé la carrera. Suspendí asignaturas como una campeona y la segunda matriculación no es nada barata.
Cuando nació mi peque y dejé los estudios me puse a trabajar en varias cosas y después de un tiempo cuando parecía que por fin el universo se acordaba de mi, otra guantá sin manos.
Ya tenia a mi pareja actual que es mi marido, vivíamos juntos y habíamos formado nuestra gran familia con mi peque y sus animales. Equipazo de los buenos.
Trabajaba desde hacía ya tres años en una agencia de viajes online y el dueño era como mi hermano. Había conseguido un contrato y aunque no tenia ningún día de descanso podía trabajar desde donde fuera y estar con mi familia. Medio mes más tarde de firmar la hipoteca y el préstamo de nuestro precioso nuevo hogar, me llega una carta de despido. PUM!!!GALLETAAAAA!!!!
Así que después de empapelar mi ciudad con mi currículum, y ver como los números de la cuenta iban bajando, tuve que volver a la hostelería donde sigo actualmente. Y suerte que me contrataron un mes antes de la cuarentena 🙏
Y, aunque hay días en los que sólo me apetece meter la cabeza bajo tierra, siempre tengo a mi familia para apoyarme, que no es poco. Además mi madre me trae tupers llenos de croquetas y la vida vuelve a sonreirme 😁
Ufff, ¡qué bien sienta esto! Espero no haberte aburrido mucho y que sea cual sea el momento, tu situación o desde donde estés, cuentes conmigo para charlar y compartir historias.
Un abrazo enorme de una mami en apuros 😘
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